¡Hola chicas!
¿Os sentís libres? ¿Podéis tomar decisiones que afectan a vuestra vida directamente?
Hoy ha venido a exponerme su caso Adriana, que está pasando por una situación familiar complicada y en un momento dado fue insultada por querer decidir. Os cuento su historia.
Esta mujer de 38 años tiene tres hijos y un marido con tratamiento de quimioterapia luchando contra un cáncer en estado muy avanzado. Debido a la enfermedad, Pedro ha tenido que dejar de trabajar y Adriana ha conseguido un empleo en una empresa de limpieza para ir sacando adelante a toda la familia. Con lo que no contaba esta pareja era con tener un cuarto hijo en estos momentos tan críticos.
Adriana está embarazada y tiene claro que no puede asumir todo lo que supone uno más en la familia y el embarazo. No puede permitirse perder el trabajo y necesita todas sus fuerzas para apoyar a su esposo y que sus tres hijos salgan adelante. Con todo su desconocimiento sobre el tema, acudió a un ginecólogo de la Seguridad Social para solicitar que se le practicara un aborto, exponiendo su situación personal y pidiendo ayuda. El doctor, lejos de atender a la mujer, reaccionó con insultos de “loca” o “asesina” entre otros, así que Adriana salió de allí indignada y con el mismo problema con el que llegó. Aún le veo la rabia reflejada en la mirada mientras me lo cuenta.
Al final he conseguido que se tranquilice y le he informado sobre la existencia de Clínicas Acreditadas para la Interrupción del Embarazo, donde respetarán su decisión y le practicarán un aborto de forma segura sin poner en peligro su salud. Mañana tiene cita.
¿Alguna vez os habéis visto en una situación parecida a la de Adriana? ¿Cómo os han tratado al pedir ayuda? ¿Qué solución habéis encontrado?
Mafalda.
Imagen: Fuente: elpais.com